Al crecer, a todos se nos enseña que mentir es malo. Nadie nos habla de bluffing y los faroles son para iluminar la calle. Sin embargo, la mayoría de nosotros nos encontramos con mentiras a diario. Ya sea una mentira pequeña e inofensiva como decir que no nos comimos la última galletita (cuando obviamente lo hicimos) o una mentira más significativa como violar las políticas de integridad académica. Probablemente todos hemos sido los mentirosos y la persona a la que le mintieron.
Ahora, considerá esta situación: mientras jugás un juego de póquer, hacés una gran apuesta a pesar de saber que tenés una mala mano de cartas. No afirmaste abiertamente tener buenas cartas, pero tus acciones lo sugieren. ¿Esto se considera mentir?
¿Bluffing es mentir?
Si le preguntás a economistas, teóricos de juegos y jugadores de póquer, ellos prefieren llamar a esto bluffing o un farol. El farol se conoce comúnmente como un movimiento estratégico, durante el cual alguien engaña a otra persona sobre sus intenciones o conocimientos. Esencialmente, el farol puede considerarse una «mentira estratégica». Como anécdota, puede actuar como si tuviera una buena mano de cartas, cuando en realidad tiene dos 2 y dos 7. Aunque farolear es una jugada específica en el póquer, también se refiere al estudio de un patrón más general en el comportamiento humano.
Historia
La historia de los faroles no podría contarse sin explorar la teoría de juegos y sus inicios. El matemático John von Neumann fue uno de los primeros en examinar el juego de póquer a través de una lente matemática. Von Neumann no era fanático del bluffing, simplemente estaba interesado en el póquer porque pensó que descifrar el juego sería un camino hacia el desarrollo de una forma única de matemáticas. Quería formar una teoría general que pudiera aplicarse a la estrategia comercial, la diplomacia y la evolución, entre otras cosas.
El trabajo de Von Neumann se convirtió en lo que ahora se conoce como teoría de juegos, el estudio de modelos matemáticos de toma de decisiones estratégicas y racionales. Investigó diferentes teoremas económicos matemáticos y los integró en su artículo de 1928 Sobre la teoría de los juegos de salón. Von Neumann luego trabajó con el economista Oskar Morgenstern para publicar Theory of Games and Economic Behavior en 1944, el texto innovador que creó el campo de la teoría de juegos y tiene mucho que ver con el bluffing del que hablamos hoy.
Teoría para bluffing
Uno de los hallazgos más importantes de Von Neumann es su famoso teorema minimax, que apunta a minimizar la máxima pérdida posible. Von Neumann creía que esto existía en todos los juegos de dos jugadores con los siguientes criterios:
- El juego es finito, de modo que el número de opciones en cada movimiento es finito y el juego siempre termina en un número finito de movimientos.
- El juego es de suma cero, de modo que la ganancia de un jugador es igual a la pérdida del otro.
- El juego es de información completa, de manera que cada jugador conoce todas las opciones disponibles para él y su oponente, incluyendo el valor de cada resultado posible.
Cuando la teoría de juegos se introdujo por primera vez en el mundo, asombró al público en general. Para los académicos, prometía una base original y rigurosa para las ciencias sociales modernas, sobre todo para la economía. La década de 1950 vio la conceptualización del dilema del prisionero, un ejemplo que mostró por qué dos individuos completamente racionales podrían no cooperar entre sí, aunque hacerlo les conviene.
Al mismo tiempo, el matemático John Forbes Nash Jr. desarrolló el concepto de equilibrio de Nash, que extendió la teoría de juegos más allá de los juegos de suma cero de dos personas de Von Neumann y Morgenstern. A medida que se desarrollaron más conceptos relacionados con la teoría de juegos en la década de 1950, la teoría de juegos comenzó a aplicarse a la filosofía y la política.
Habilidad para bluffing
Para comprender mejor la relevancia de la teoría de juegos en los bluffing o faroles, analicemos el siguiente incidente. En 1984, la ciudad de Chicago prohibió al dueño de un bar instalar máquinas computarizadas de póquer y blackjack en el bar, alegando que los juegos se basaban en la suerte y no en la habilidad. El dueño del bar demandó a la ciudad, y el economista gerencial Ehud Kalai testificó como testigo experto en nombre del dueño. Kalai demostró que las máquinas eran juegos que requerían estrategia y faroles, y convenció al juez de que los juegos requerían un cierto nivel de habilidad. Después de la demostración de Kalai ante el juez, se consideró legal que el dueño del bar instalara las máquinas.
Consecuencias
El bluffing se discute comúnmente en el contexto del póquer debido a la naturaleza analítica del juego de cartas: implica calcular o estimar probabilidades, usar la ganancia esperada como criterio de decisión y usar estrategias mixtas en situaciones de bluff. Las segundas situaciones más comunes en las que se producirán faroles son las interacciones comerciales.
Sin embargo, el bluff se extiende más allá de los juegos de cartas y los negocios. Los cursos de teoría de juegos son ofertas populares en las universidades, ya sea que los ofrezcan los departamentos de computación, economía, matemáticas, o psicología. El faroleo incluso se ha aplicado a los deportes: Kalai, el testigo experto en el caso de 1984 mencionado anteriormente, también ha utilizado la economía del comportamiento para ayudar a los Chicago Bears, un equipo de fútbol profesional. Similar al póquer, Kalai señaló que los equipos no quieren ser conocidos por jugar ciertos movimientos en ciertas situaciones. Sugirió que si una situación normalmente requiere correr el balón, el equipo debería pasarlo ocasionalmente para mantener al equipo contrario alerta.
El consejo de Kalai a los Chicago Bears es un ejemplo de lo que los teóricos de juegos llaman estrategia mixta, un procedimiento para juegos de suma cero de dos personas. La estrategia mixta se basa en la suposición de que los oponentes pueden pensar tan estratégicamente como el propio equipo: la aleatorización de los movimientos de fútbol y el aumento de la imprevisibilidad disminuirán las posibilidades de que el equipo contrario anticipe y bloquee una estrategia. Las estrategias de farol, por lo tanto, son sostenidas y sistemáticas, lo que garantiza la aleatoriedad suficiente para que los faroles sigan siendo efectivos.
Controversias
Si bien la teoría de juegos es impresionante, es importante recordar sus limitaciones. Para empezar, se ha demostrado que las personas son más reacias al riesgo en situaciones de alta presión, lo que reduce su disposición a farolear por temor a que recaiga sobre ellos.
En casos de guerra y política, la aleatorización es especialmente difícil. Por ejemplo, durante la Guerra de los Seis Días de 1967, el ejército israelí se enfrentó a un desafío: sabían que algunos convoyes egipcios usaban símbolos israelíes en los techos de los camiones. Esto significaba que los pilotos israelíes no podían decir las verdaderas identidades de los convoyes y corrían el riesgo de dañar a su propio ejército si elegían bombardear al azar.
La ética del farol, especialmente en lo que se refiere a la realización de negocios, también se ha debatido, como en este artículo de la revista de negocios Forbes. Si bien farolear es una práctica aceptable en el mundo del póquer, algunos sostienen que las interacciones en el mundo real deben sujetarse a estándares éticos más altos, incluidas las transacciones comerciales.
Otros creen que los negocios son un juego, como el póquer, en el que no se aplican los estándares éticos “normales”. Sin embargo, todavía existen preocupaciones en torno a la medida en que los miembros del mundo corporativo utilizan el engaño.
Fuentes
- Laboratorio de decisiones. (2022). Bluffing. (S. Melzner, trad)
- Friedman, L. (1971). Estrategias óptimas de farol en el póquer. Ciencias de la administración, 17 (12), B764-B771.
- Harford, T. (2006, 14 de diciembre). Una hermosa teoría. Forbes
- Mero, L. (1998). Teoría de juegos de John von Nuemann. En Cálculos Morales.
- Von Neumann, J. (1928). Teoría de los juegos de salón. Anales matemáticos, 100, 295-320.