La estrategia es una herramienta indispensable para navegar en situaciones de conflicto y abordar escenarios inciertos. En una publicación anterior, explicaba que la estrategia se compone de medios, modos y fines.
Hoy haremos foco en los modos, también planteado como opciones estratégicas. Y lo haremos pensando en los más diversos sectores: ciencia y tecnología, economía, política y defensa.
El poder y la toma de decisiones
Primero, es importante que consideremos que el poder dentro del Estado o las organizaciones es un recurso compartido y no monopolizado por una única entidad o individuo. Las agencias gubernamentales y los distintos niveles de la administración estatal tienen sus propias culturas institucionales, perspectivas y, lo más importante, intereses. Lo mismo sucede con unidades dentro de una empresa, o líderes sociales en una comunidad.
Todos estos actores pueden tener visiones divergentes sobre un problema específico, como se ha visto en el gobierno de los Estados Unidos en casos como el conflicto Irán-Contras de los ’80 o las relaciones con Israel. Estas divergencias revelan la complejidad del sistema y las consideraciones múltiples que deben tenerse en cuenta al formular una estrategia.
Fricciones y servidumbres en la estrategia
Al mismo tiempo, hay restricciones o condicionamientos que afectan las opciones estratégicas en términos prácticos: las fricciones y las servidumbres. Ambos conceptos, aunque diferentes, añaden capas de complejidad que deben ser consideradas para la formulación y ejecución efectiva.
El concepto de «fricciones» en estrategia fue popularizado por Clausewitz, quien argumentó que aunque la guerra pueda parecer simple en teoría, la realidad es mucho más compleja. Las fricciones son esencialmente las restricciones y obstáculos imprevistos que complican la ejecución de una estrategia. Estos elementos pueden ser tan variados como la falta de información precisa, errores humanos o condiciones ambientales adversas. La clave es que son en su mayoría impredecibles y pueden tener un impacto significativo en el resultado de una operación.
Por otro lado, el concepto de «servidumbres» fue introducido por Raoul Castex para describir lo que él llamó «numerosos factores extraños» que restringen la libertad de acción en la toma de decisiones estratégicas. Estos factores pueden ser morales, legales, políticos o incluso personales. Incluyen alianzas, leyes, normas morales, y también factores más tangibles como la logística, el terreno y las condiciones meteorológicas.
Modelos en la toma de decisiones
En la construcción de una decisión, no sólo intervienen instituciones sino también individuos. Sorprendentemente, a veces la influencia de un individuo puede ser desproporcionada en relación con su posición jerárquica, añadiendo otra capa de complejidad al proceso.
Graham Allison, en su estudio clásico de 1971, ofrece una estructura para entender la toma de decisiones en las opciones estratégicas, a través de tres modelos distintos pero interconectados. Estos modelos ofrecen distintas lentes a través de las cuales podemos analizar cómo se toman decisiones en entornos complejos.
Modelo I – Actor racional unificado
Este modelo presupone que las decisiones se toman de manera lógica y calculada, con un único «actor» que evalúa todas las opciones posibles para maximizar los beneficios y minimizar los costos. Este actor podría ser un individuo, una institución o una coalición de intereses.
Modelo II – Proceso organizacional
En contraste con el primer modelo, el Modelo II se centra en cómo las organizaciones y sus procesos internos influyen en las decisiones. En lugar de un actor centralizado, aquí son los procedimientos, normas y flujos de trabajo de la organización los que determinan el resultado.
Modelo III – Política gubernamental o burocrática
Este modelo se centra en el juego de poder entre diferentes entidades y departamentos dentro del gobierno. Aquí, las decisiones son el resultado de un proceso de negociación y compromiso entre distintas partes con sus propios intereses y agendas.
Más sobre opciones estratégicas
Ya hemos visto que se entiende por opciones básicas a los principales tipos de relaciones en las que pueden condensarse los vínculos que surgen del ejercicio del poder. En línea con esto y como ya hemos visto, las opciones básicas, que son el primer tema a considerar por la estrategia de miras a una determinada situación conflictiva, son la negociación, la compulsión y la destrucción.
Para concretar estas opciones, la estrategia empleará los medios del poder nacional de acuerdo a determinados procedimientos y modalidades que encarnarán la gramática del lenguaje estratégico (palabras, gestos y acciones).